Nuestras cuarenta habitaciones cercan un patio central en donde se encuentra nuestro más simbólico monumento, una escultura del Hércules en mármol del siglo XIX.
Cada una de ellas, decorada por El Urdido, estudio de interiorismo también nacido aquí, es única y nos transporta a una época dorada, cuando la radio sonaba y el mundo escuchaba.
Las habitaciones se complementan con piezas de interiorismo elaboradas a mano por el taller de diseño y producción textil, Caralarga, que heredó la vocación textilera de la fábrica y tiene presencia en todo el mundo.